El Olimpo me ha negado la
inmortalidad;
Que allá en la tierra me
lograron arrancar,
Hoy sólo soy un simple
enfermo terminal;
Rumbo al limbo donde los
pecadores van.
Los dioses no quisieron
escucharme;
Estos argumentos de un
simple mortal,
Oh mi Zeus ¿Fue malo
enamorarme?
Sólo para ella yo me hice
un mortal.
Tus dioses de mí ya se han
burlado;
Los dioses de mí ya se han
ufanado,
Esos dioses de mí se han
olvidado;
Esos tus dioses me han
condenado.
Oh Zeus me has negado
audiencia;
Sólo porque ya no estoy
completo,
Por haber abandonado mi
corazón;
En manos de mi amada
encantada.
Hoy tú me condenas al purgatorio;
Donde transitan los tristes
pecadores,
¿Es un pecado desear ser
hombre?
Sólo un mortal ante bellos
amores.
En la terminal de las
ánimas estoy;
Sólo observando los rostros
opacos,
Donde destilan un amor tan
franco;
Olvidando que alguna vez
amaron.
A esa sensación ¿Me has
condenado?
Oh mi Zeus ¿Por qué eres un
ególatra?
Confórmate con el amor del
mundo;
Que yo sólo quiero sentirme
idólatra.
Oh mi gran Zeus, perdón yo
te pido;
Pero por favor no me envíes
al Tártaro,
Que recibir amor y amar he
anhelado;
¿Por qué mis plegarias no
has escuchado?
Hoy sólo vago entre
círculos dantescos;
Donde los pecadores están
en el suelo,
O entre los árboles y rocas
del desierto;
Y la lluvia como daga en mi
vacío pecho.
Condenarme al Tártaro no es
un lamento;
Vivir sin el amor eso si es
un sufrimiento,
Allá donde de amor yo ya no
me alimento;
Donde no puedo estar ni un
sólo momento.
Zeus, regreso al regazo de
Pachamama;
A terminar con mi
agonizante calvario,
Que sólo yo soy el maldito
culpable;
Por conocerla y haberla
amado tanto.
Oh maldecidos dioses del
olimpo;
El silencio de voz me han
otorgado,
Hoy que les he pedido
inmortalidad;
Ustedes simplemente me la
han negado.
Oh mi Zeus, cumpliré con tu
misión;
Para poder regresar al
anhelado Olimpo,
Y poseeré toda clase de
condecoración;
Lograré la inmortalidad que
me han negado.
Hoy tus dioses me negaron
la resurrección;
Con Lázaro el resucitado
voy acompañado,
Escaparé de esta angustiosa
y terrible prisión,
Mañana yo resucitaré y te tendré
aprisionado.
(SLFL/PRAXIS)
(SLFL/PRAXIS)
Autor: Emilio Nahín Rojas Madero Aca. 31/Marzo/2014
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